domingo, 7 de octubre de 2007

Sotol, el néctar del desierto mexicano..



Camino de Durango se produce la planta, y se vende en pequeñas chozas habilitadas como tienda, algunas muy bien decoradas con sus “barricas” llenas de la bebida, y hasta “barriquitas” cuya función es contener pequeñas dosis para prueba de los clientes. Fue mi primer contacto con el sotol, el añejo licor del desierto duranguense y de Chihuahua, de donde se dice es originario.

Su sabor es semejante al del tequila, que en realidad es su “pariente cercano”, tal vez un poquito más intenso, o al menos así me lo pareció al primer contacto, tosí, inclusive, lo confieso, pero fue porque estaba sediento cuando lo ingerí, y habíamos pasado un susto en carretera, cuando a unos pocos minutos del pueblillo un enorme camión en plena curva y siendo la parte más alta de un pequeño cerro se nos apareció invadiendo nuestro carril y por muy poco nos arrolla. Sobra decir que le recordamos a su santa madre a bocinazos y tuvimos que efectuar una maniobra para esquivar la tragedia.

Luego, mi acompañante le dio un par de “buches” en el camino, para que le calmara la presión, pues estaba intranquilo con lo acontecido, y más cuando cometimos el error de no cargar gasolina en Gómez Palacio, Durango, ni en Torreón, Coahuila, últimos puntos importantes antes de que nuestro combustible se fuera agotando dramáticamente, pues al ingresar a la autopista que conduce hasta Saltillo, casi 120 km de distancia, tan sólo nos quedaba ¼ de tanque disponible, y la gasolinera más próxima se sitúa a 106 km..

Fue necesario un par de paradas emergentes, solicitando combustible “suelto”, primero en una granja de la empresa Pilgrims Pride, como a 45 km de Saltillo, y luego en plena caseta de cobro del uso de autopista, ya a 25 km de allá, en cada lugar nos suministraron un mísero galón por $50.00 pesos c/u (casi $5.00 USD)

Fue esa, la historia alrededor de nuestra aventura al contacto con el Sotol, y como algo así de “graciosito” merece ser contado, hemos decidido hacerlo al tiempo de mostrarles lo que es exactamente el Sotol.

Mirad las fotos de mi botella, sin etiquetar, dizque por ser más puro… y la de las plantas que exhibe el orgulloso agricultor en el tendajo.





El sotol

El sotol, como el tequila es un tipo de mezcal. Se elabora a partir de una agavácea silvestre llamada “sereque” o “sotol” que crece únicamente en el desierto chihuahuense y en la Sierra Tarahumara. Sólo las plantas más sanas y fuertes sobreviven a la severidad del clima.

Durante el siglo 19 en la región norte de México, en una aldea de Temochi, una tribu india aclamaron sus rituales religiosos con un néctar hecho de una planta cactus llamada "Sereque". Este néctar, que contiene alcohol en su forma pura, fue usado como remedio medico. El Sereque crece abundantemente en el desierto de Chihuahua y es cuidadosamente seleccionado para su producción de un suave natural y sabroso néctar.

Este néctar es llamado "Sotol" y su calidad depende en las destrezas y conocimiento de los Maestros, hacedores del Sotol.

Sotol.- (Dasylirion wheeleri), se ve como una explosión de hojas delgadas conteniendo espinas en sus orillas. La planta sotol es miembro de la familia agave.
Su tallo ha sido usado por los nativos americanos, como comida y su jugo cuando se fermenta, se convierte en una bebida alcohólica, con el mismo nombre de la planta SOTOL.


Sotol es una planta de la familia Nolinaceae, con el nombre genérico de Dasylirion. Tiene aspecto de palma y se encuentra principalmente en las zonas desérticas de México. Ha sido utilizada desde hace siglos para la elaboración de licor, medicinas y como fibra para tejidos.

El sotol es una planta del desierto de donde se extrae una bebida del mismo nombre, la cual era utilizada por grupos prehispánicos de México en ceremonias religiosas y como remedio medicinal, y hoy ha venido conquistando el mercado internacional.

Todo fue leído en los siguientes lugares:

http://sotol-sereque.com/planta.html
http://es.wikipedia.org/wiki/Sotol
http://www.imagenagropecuaria.com/articulos.php?id_sec=24&id_art=126

Dentro de muy poco, cuando las madrugadas sean friolentas, recurriré al Sotol, y será una bendición el calor que proporciona, servirá para solapar mis desvelos sin padecer y contar con la deseada presencia más veces en invierno…

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