viernes, 21 de marzo de 2008

HUEVOS DE PASCUA

HUEVOS DE PASCUA
Existen ritos páganos que han llegado hasta nuestros días algunos ya como historia y otros que aún mantienen vigencia en varios lugares de nuestra pequeña esfera azul.
La celebración del equinoccio de primavera es mucho mas antigua que la de la festividad religiosa de Semana Santa, pero varios ritos páganos fueron asumidos por la iglesia para festejar la semana mayor
El huevo, símbolo universal de vida y de resurrección, ha desempeñado desde tiempo inmemorial un papel clave durante las celebraciones de primavera, verdadero comienzo astrológico del año: es el momento en que la naturaleza sale de la tumba invernal. En el ritual cristiano el huevo que se rompe simboliza el sepulcro que se abre como testimonio de Cristo resucitado.
LOS HUEVOS EN LA ANTIGÜEDAD
El huevo de pascua aparece en la jarra de vino etrusca de Tragliatella (aprox. 700 a. C.), en el que aparecen el rey sagrado y su sucesor escapando de un laberinto. Del otro lado de este jarrón ilustra un desfile a pie en la dirección del sol, encabezada por el rey sagrado desarmado. Siete hombres le escoltan y cada uno de ellos lleva tres jabalinas y un gran escudo con el dibujo de un jabalí, y el sucesor armado con una lanza va a la retaguardia. El jabalí sería la insignia familiar del rey sucesor, y los siete hombres representaría los siete meses gobernados por el sucesor, que caen entre la cosecha de manzanas y la Pascua de Resurrección.
La escena tiene lugar el día de la muerte ritual del rey, y la diosa Luna (en este caso Pasífae) ha salido a su encuentro: una terrible figura con túnica y con un amenazante brazo en jarras. Con el otro brazo extendido le ofrece una manzana, que es su pasaporte para el Paraíso; las tres jabalinas que lleva cada hombre significan la muerte.
Sin embargo al rey le acompaña una pequeña figura femenina con túnica como la otra; quizá sea la princesa Ariadna (que ayudó al héroe Teseo a salir del laberinto mortal en Cnosos). El rey muestra audazmente, como un contrahechizo de la manzana, un huevo de pascua, el huevo de la resurrección. La pascua era la estación en que se realizaban las danzas «Ciudad de Troya» en los laberintos hechos sobre el césped (quizá como una coreografía) en Gran Bretaña prehistórica y también en Etruria.
En el frente de la jarra hay un dibujo laberíntico que se encuentra no sólo en ciertas monedas de Cnosos, sino también en los intrincados dibujos hechos en el césped y que hasta el siglo XIX pisaban los escolares británicos en la Pascua de Resurrección.
Un huevo sagrado etrusco de traquita negra pulimentada, encontrado en Perusa (Italia), con una flecha en relieve a su alrededor, es este mismo huevo sagrado.
Entre los siglos IX al XVIII, la iglesia prohibió el consumo de huevos durante la cuaresma, por considerarlo equivalente a la carne, por lo que la gente los cocía y los pintaba para diferenciarlos de los frescos y poderlos consumir el día de Pascua de Resurrección.

EN LA ACTUALIDAD
Con el tiempo estas tradiciones fueron incorporadas a la festividad de Pascua de Resurrección y hoy en día el “huevo de pascua” es un símbolo universal. Para muchos, el huevo se asemeja a la resurrección como un símbolo de vida nueva.
Huevos plásticos y comerciales carecen del esfuerzo artístico. En la actualidad, la tradición continúa con algunas variaciones. En Europa se mantiene la costumbre que data desde la Edad Media de adornar huevos con teñidos y pintados. Aunque parece que la práctica de huevos ornamentales era principalmente elaborada por clases altas o de recursos, se difundió a decoraciones más sencillas, como con el empleo de hojas de árbol para crear patrones sobre el cascarón. El comercio y la modernidad por su parte se ha encargado de incorporar los huevos de chocolate, y los huevos de plástico para ser llenos de dulces, y que supuestamente son escondidos por “el conejo de pascua” para que los niños los busquen, y por consiguiente, encuentren y coman.
Con el citado simbolismo se emplea en Pascua en infinidad de tortas, buñuelos, rosquillas y otras golosinas como las llamadas monas. Estos bollos con personajes de chocolate y un huevo duro son muy populares en Cataluña, donde tradicionalmente el lunes de Pascua los padrinos obsequian a sus ahijados con una mona.
Mientras los ucranianos tienen la costumbre de cocer los huevos, teñirlos de colores y comérselos al amanecer, en la iglesia ortodoxa de Oriente las familias se ofrecen huevos rojos a la hora de la comida. Cada comensal compara su huevo con el de su vecino chocando sus puntas y diciendo: ?¡Cristo ha resucitado!?. El huevo que se casca con este ritual pasa a ser propiedad del vencedor. Luego, todos los comensales se comen los huevos. También es tradicional en muchos pueblos de Europa occidental comer bollos calientes decorados con una cruz de brazos iguales en la Semana Santa. No se trata de una costumbre moderna: los griegos paganos hacían ofrendas de panecillos con cruces a varias diosas de la fertilidad. En Gran Bretaña no se celebran procesiones en estas fechas, pero se mantienen algunas de las antiguas costumbres como la de comer tortitas -pancakes- el martes santo.
La decoración de los tradicionales huevos de Pascua, tan populares en muchos países del mundo en las celebrac
iones primaverales, puede ser un divertido pasatiempo para los niños. La forma más sencilla de decorarlos es con recortes de cinta adhesiva de diferente tamaño pegados sobre los huevos cocidos y fríos. Hecho esto se sumergen los huevos en agua con una cucharada de vinagre y unas gotas de colorante alimentario (también hay colorantes comerciales para huevos). Se puede experimentar asimismo con tintes naturales (remolachas frescas, azafrán, cáscaras de limón, hojas de espinacas o posos de café). Cuando se ha obtenido el color deseado se sacan los huevos del recipiente con una cuchara y se dejan secar. Por último, se retiran las tiras pegadas
CURIOSIDADES
En 2006, en Londres, "Maison du Chocolat" puso a la venta un huevo de pascua decorado con incrustaciones de diamantes, a un coste de 76.000 euros.
El 11 de marzo de este año, el huevo de Pascua más costoso de Escocia fue puesto en venta. A los adictos al chocolate se les hacía agua la boca al verlo, pero tenían que pagar 500 libras esterlinas para degustar esta pieza de chocolatería. De los cinco huevos de chocolate de este tipo que existen en el Reino Unido, uno está a la venta en la tienda Harvey Nichol`s en Edimburgo, la capital escocesa. El fabuloso huevo de Pascua ha sido creado por la parisina Maison du Chocolat.
En su elaboración se emplearon los más finos chocolates: Valrhona oscuro y chocolate de leche recubiertos con láminas de oro comestible. El chef Julian Regnaut voló desde Francia hasta Escocia para armar este huevo de chocolate que mide 80 cm y pesa 6,5 kilogramos y aunque no lo crean a dos horas de exponer el huevo ya habían dos posibles compradores
Si quieres leer mas webadas de pascua clickea el enlace dentro del huevo para saber mas sobre los huevitos

jueves, 20 de marzo de 2008

Capirotada, el postrecito mexicano de pascua

Lo vi en la tele esta mañana de jueves santo al despertar, en el noticiero favorito, mostraron una cazuelota preparada para la venta en una repostería, y se me antojó; Por cierto, no es ninguna de las mostradas en las fotos del post,.. porque esas cazuelillas yo solito me las devoro, jeje...

En México la cocina tradicional de Cuaresma es igual de espectacular que el resto de su gastronomía.

Carente de carnes, pero lleno de sabor, cada platillo es preparado con los ingredientes más frescos y aromáticos de la despensa. Así tenemos las sabrosas tortitas de camarón, los chiles rellenos de queso o pescado, los caldos de camarones o el camarón en escabeche; el huachinango al perejil o el mole coloradito de Oaxaca, por mencionar algunos.

Cada estado tiene sus platillos tradicionales de Cuaresma, así como su peculiar forma de prepararlos.

Uno de los platillos de Cuaresma más tradicionales de México es la capirotada, un postre que se elabora con pan añejo o tostado, bañado con un jarabe o almíbar de piloncillo y, por último, espolvoreado con pasas, almendras, cacahuates y queso, entre otros.

No se conoce a ciencia cierta el origen de la capirotada, pero tal parece que puede ser otro de los ricos manjares que salieron de los conventos en la época de la Colonia.

Existen varias formas de preparar la capirotada, según cada región, pero en la receta básica no debe faltar el pan añejo o duro (bolillo), bañado en miel de piloncillo. Todo lo que se le agregue, después, como el queso y los frutos secos, dependerá del lugar y del gusto de cada quien.

En Ciudad de México, por ejemplo, se elabora en una cazuela de barro que se forra por dentro con una capa de tortillas de maíz, que no se comen porque sirven para proteger las rebanadas de pan y para que no se quemen.

Hay dos maneras esenciales de preparar la capirotada, una que se hace con almíbar elaborado con agua y otra en la que el almíbar se hace con leche.

En la primera versión se fríe el pan y se acomoda en capas dentro de una cazuela, se baña con la miel de piloncillo hecha con agua, se le espolvorea queso, pasas y almendras y se hornea. La peculiaridad consiste en que la miel contiene jitomate y cebolla picada, previamente fritos o crudos, que se cuecen en ella.

En la capirotada preparada con el almíbar elaborado con leche, el pan se fríe, se coloca en capas y se baña con una salsa cocida de leche, azúcar, canela, yemas de huevo y vainilla (que es la que sustituye la miel del piloncillo), luego se deja reposar y se sirve.

Una receta típica de la capirotada es la siguiente:




Ingredientes:

4 piezas de pan "birote" o "bolillos"
5 tortillas del día anterior
150 grs. de nueces
1/2 bolsita de ciruelas pasa (50 grs.)
1/2 bolsita de uvas pasa (100 grs.)
200 grs. de cacahuate
100 grs. de orejones (fruta seca)
1 manzana fresca en trozos sin la cáscara
100 grs. de queso blanco seco (duro y un poco salado)
1 naranja para rallar la cáscara
3 piezas de panocha o piloncillo (azúcar prieto)
unas rajitas de canela
mantequilla
sal
necesitará una sartén amplia de peltre o bien una pavera con tapa (olla oval capaz de contener en forma extendida varias capas del pan cortado)

Modo de preparar …

Se cortan las piezas de pan en rodajas de poco mas de una pulgada de grueso, se tuestan un poco y se untan con mantequilla. Se colocan las tortillas en el fondo y a los lados del recipiente para evitar que el cocimiento sea directamente sobre el pan. Se prepara una miel hirviendo el piloncillo en 2-½ tasas de agua con unas pocas de rajitas de canela, una cascarita de naranja y un pisca de sal.

Se acomodan las rodajas de pan (un poco separadas unas de otras porque se expanderán) en capas o "tandas", con nueces, ciruelas, pasas, cacahuates y orejones. En la capa final se distribuye el queso con algunas ralladuras de naranja y se agrega la miel permitiendo que las capas se humedezcan poco a poco. Se cocina a fuego lento y se deja descubierto porque el pan se levantará a medida que se incorpora la miel.

Deje un poco de miel para agregar después de cocer, en caso de que se reseque demasiado. Enfríe a temperatura ambiente y no lo tape completamente.

Disfrute de esta delicia con un vaso de leche bien fría y no intente comerse Usted toda la cazuela...


Encontramos una buena historia familiar en un sitio de internet en la cual se pone de manifiesto parte del simbolismo, la importancia, lo relacionado con las fechas, y los detalles que rodean la comunión en torno del postre favorito en esta semana santa. La copiamos tal cual:

Esta receta de capirotada es un postre muy popular durante la cuaresma en México. Ya saben la tradición, los viernes de cuaresma se ayuna, evitamos "la carne" y solo se come pescado. El asunto es que al final de la cuaresma, durante la Semana Santa, me recuerda aquellos días de ocio en que mi "Tío Miguelito" nos llevaba un par de veces de paseo a una lejana playa denominada "Los Algodones" ... siempre juntos los once primos ... ¡que felicidad! ... aquél viento fresco, la playa en que solo nos mojábamos los pies porque aun estaba fría para bañarnos, correr y correr por las dunas de arena blanca, blanca ... cruzarlas para encontrar aquél yermo paisaje de tule, mezquite y cactus ... nuestro dominio de principio a fin.

Mi mamá y mi "nanita Teodorita" nos preparaban tacos de machaca de pescado en tortilla de harina, burritos de frijoles refritos, ensalada de papa, arroz con almeja y por supuesto cantidades industriales de limonada y refrescos de todo tipo en una enorme hielera ... solo Dios sabía que esos serían nuestros mejores días.

No era fácil de aceptar regresar a casa al atardecer, sin embargo la llegada ofrecía un agradable baño para sacarnos toda la arena, para ponernos unas rodajas de papa o pepino en la quemada nariz y hombros y por supuesto para comer CAPIROTADA con un vaso de leche ... mmmm ...

Es tan especial este plato que me di a la tarea de recuperarlo para mis hijas ... para que siempre recuerden a su abuela y bisabuela ... y por supuesto lo hereden en sus familias. Recomiendo hacerla el jueves por la noche, para que viernes esté impregnada y suficientemente fresca para servir como postre de la comida.


Un comentario encontrado en otro post dice:
Los ingredientes de este postre son varios y unos completamente diferentes a otros, es por eso que en estas tierras cuando alguien esta hablando de varias cosas a la vez, o tiene un relajo en su casa... Es comun escuchar "Ya pareces Capirotada", "Estos dias han sido una Capirotada", etc.


Y, se complementa todo con la explicación breve del particular estilo para la preparación de la capirotada en los distintos estados mexicanos:

Sabor de región en región

• En Coahuila, las rebanadas de bolillo se fríen en mantequilla y aceite. Llevan el tradicional almíbar y queso fresco; se adorna el revuelto con grageas de colores (colación), almendras o nuez. El pan no se hornea con la miel, sino se integra al final.

• En Baja California Sur, se elaboran un budín de pan, queso, jitomate, cacahuate y pasitas.

• En Durango, le ponen cacahuate, queso añejo, coco y colación.

• En Zacatecas, la hacen con pan blanco rebanado y frito en manteca, colocado en capas alternas con queso, cacahuate, pasas, almendra, biznaga cubierta con nueces y miel de piloncillo o leche adornado con grageas. Se prepara con agua o leche, la primera lleva el piloncillo derretido y la segunda en lugar de bañarla con el jarabe de piloncillo, se impregna con una mezcla de leche cocida, azúcar, canela, yemas de huevo y vainilla. También hacen una capirotada en la que bañan el pan frito con caldo de frijol, queso y le espolvorean orégano.

• En Chihuahua tiene dos variedades. La de pan rebanado, frito y bañado con jarabe de piloncillo que incluye cacahuate, nueces, pasas, grageas y queso fresco, ranchero, añejo o menonita, y la de Valle de Allende donde las elaboran similar, pero con buñuelos o sopaipillas (una especie de hojuela gruesa o torta de pan). Los buñuelos son delgados y bañados con la miel de piloncillo hecha con clavo, canela y anís.

• En San Luis Potosí la preparan con leche.

• En Nayarit la hacen de agua, es el mismo proceso de bañar el pan con el jarabe y los frutos secos, la diferencia es que la miel de piloncillo lleva jitomate, cebolla y plátano macho. También incluye queso rallado, pasas y otros ingredientes como higos confitados, orejones, frutas cubiertas, ciruelas pasas, cacahuate e incluso hay quienes la decoraban con turrón de clara de huevo que se doraba ligeramente en el horno y otras llevaban el pan de la región llamado picón que es parecido al bolillo.

• En Colima hacen la capirotada de varias versiones, unas conservan sus elementos de antaño cuando el pan era hecho con agua y sal. La tradicional es de agua y otras son hechas con leche.

• En Michoacán, la receta base lleva pan tostado o frito en manteca, bañado con miel de piloncillo, pasas y queso.

• En Veracruz, en la Huasteca, en especial en la región de Tantoyuca, bañan las rebanadas de bolillos fritos sólo con miel de piloncillo y a veces le añaden frutas secas.

• En Oaxaca se fríen con nueces, pasas, almendras, pepitas acarameladas, queso y jarabe de piloncillo con anís y piña, lleva cubitos de bollo o de pan de yema.

Nota: parte de la información sobre la preparación de la capirotada en diferentes estados fue tomada del Diccionario enciclopédico de gastronomía mexicana, del chef e historiador Ricardo Muñoz Zurita.

¡Buen provecho!


No confundir la capirotada mexicana, un postre, con la capirotada española, un platillo... son totalmente diferentes y sin relación alguna, ni siquiera histórica, sólo los emparenta el nombre.


Las referencias del post son:

Capirotada, Ramos-e.com
Café y Puntadas, capirotada
La Opinión, capirotada de cuaresma

martes, 18 de marzo de 2008

Paseando por la red..

Es martes de esta Semana Santa en que sigo disfrutando de unas vacaciones muy descansadas para luego retomar las actividades escolares en un semestre que se anticipa muy movidito.
Acabo de encontrar un comentario de
Puntiyo, sobre un post que hicimos el año pasado para estas fechas (Hay que revisar ese post, las imágenes no se ven) y aproveché para ir a su blog a ver que ideas me daba para preparar esta semana a los chicos.
Todo lo que aparece ahí me hace agua la boca, pero lo que me ha gustado y quizás por la hora en que me encuentro (9:00 am y nada mas llevo un café) son los “Huevos Reina”
Estoy segura que un plato como éste sería algo que te haría exclamar ¡mmmmmm! Jejee
Bueno..a lo que vamos..la receta en cuestión es la siguiente:

  • Para cuatro raciones precisas estos ingredientes:

  • Cuatro huevos.

  • Cuatro rebanadas de pan.

  • Dos lonchas de jamón serrano.

  • Una cebolla.

  • Una cucharada de tomate concentrado.

  • Un chorro de vino blanco seco.

  • Una cucharada de harina.

  • Pimienta.

  • Nuez moscada.

  • Un vaso grande de leche.

  • Cuatro cucharadas de nata liquida.


  • Aceite,Sal,Perejil al gusto

    Corta el pan en círculos y fríelos en una sartén con aceite muy caliente. Retíralos.
    En la misma sartén, con un poco de aceite, rehoga la cebolla picada. Añade el jamón, da vueltas y agrega la harina, el vino y el tomate concentrado.
    Incorpora la leche y por fin la nata y la nuez moscada. Coloca todo en una fuente refractaria y pon lo huevos encima. Echa la sal y pimienta y ponlo todo en el horno durante cuatro minutos, a ciento ochenta grados, hasta que cuaje.
    Al servir, rodéalos con el pan frito y espolvorea con perejil.

Se ve muy antojable este plato para un desayuno de domingo que muchas veces es el almuerzo también....Buen Provecho!!

jueves, 6 de marzo de 2008

Frejoles con chocolate


Esta noche traigo algo que encontré y que creo le va a gustar a un chamaquito que conozco. Es un plato que bien puede ser mexicano, como venezolano, ya que tiene los ingredientes mas usados en ambos países.

Cuando lo ví por primera vez dije lo usual...kakaa!! Como van a hacer algo similar? Pero hice el experimento y el resultado fue mejor de lo que esperaba.

Se trata de nada menos que frejoles con chocolate y cerdo, un plato que basicamente se prepara solo...hasta se puede bloguear mientras se va cocinando o también se puede hablar por el msn con alguién super especial mientras se cocinan los frejoles

Los ingredientes son muy sencillos de conseguir:


Ingredientes
700 grs de frejoles rojos
3/4 de kilo de pulpa de cerdo
Ají en polvo
5 0 6 dientes de ajo cortados en laminillas
Una cebolla picada finito
Una lata de pasta de tomate
Un pedazo de 50 gr de chocolate sin dulce
Azúcar morena al gusto
Un ají entero
Sal, pimienta
...y muchísima paciencia

Preparación:
Hay que poner a remojar en varias aguas los frejoles desde el dia anterior. Luego se corta la carne de cerdo en cubitos y se sazona con sal y ají molido y la puse a dorar.
Mientras doraba, piqué la cebolla y se incorpora el ajo pasado por aceite. Al estar lista la carne se aparta
Mientras tanto, revolví bien la carne con la pasta de tomate, el chocolate rallado muy fino (a cuchillos) y la dejé descansando bien tapada.
Cuando las cebollas estuvieron doradas, eché los frejoles a la olla, puse agua suficiente para taparlos y esperé que hirvieran para sacarles la espuma
Roto el hervor y limpios de espuma, los dejé cocinar en paz
Cuando estuvieron listos, varias horas después, incorporé la carne dorada y adobada coroné la olla con el ají y seguí dejándolo hervir tapado a fuego lento
Después de un largo rato ya estaba todo listo, pero bajo de sabor. Sazoné con sal, azúcar, sal de nuevo hasta que el sabor llegara a su punto justo. El color se había convertido para entonces en un brillante café rojizo. Un poquito más de cocción y listo
Serví con arroz blanco y le puse un sombrerito de naranja helada con azúcar y agua de azahar, según la receta marroquí de Leticia.
Los frejoles se habían enriquecido. Habían ascendido a calidad de plato mayor, untuoso, de sabores varios que se revelan poco a poco. La carne, cocida en los frejoles, estaba tierna, que se deshacía. Prudente yo, hice para dos días, por lo menos, de modo que si mañana o pasado no escribo nada, pueden estar seguros que estoy con mis frejoles con chancho. Seguro que van a estar mejores que hoy. Siempre me pasa con la comida de guardar.