jueves, 6 de marzo de 2008

Frejoles con chocolate


Esta noche traigo algo que encontré y que creo le va a gustar a un chamaquito que conozco. Es un plato que bien puede ser mexicano, como venezolano, ya que tiene los ingredientes mas usados en ambos países.

Cuando lo ví por primera vez dije lo usual...kakaa!! Como van a hacer algo similar? Pero hice el experimento y el resultado fue mejor de lo que esperaba.

Se trata de nada menos que frejoles con chocolate y cerdo, un plato que basicamente se prepara solo...hasta se puede bloguear mientras se va cocinando o también se puede hablar por el msn con alguién super especial mientras se cocinan los frejoles

Los ingredientes son muy sencillos de conseguir:


Ingredientes
700 grs de frejoles rojos
3/4 de kilo de pulpa de cerdo
Ají en polvo
5 0 6 dientes de ajo cortados en laminillas
Una cebolla picada finito
Una lata de pasta de tomate
Un pedazo de 50 gr de chocolate sin dulce
Azúcar morena al gusto
Un ají entero
Sal, pimienta
...y muchísima paciencia

Preparación:
Hay que poner a remojar en varias aguas los frejoles desde el dia anterior. Luego se corta la carne de cerdo en cubitos y se sazona con sal y ají molido y la puse a dorar.
Mientras doraba, piqué la cebolla y se incorpora el ajo pasado por aceite. Al estar lista la carne se aparta
Mientras tanto, revolví bien la carne con la pasta de tomate, el chocolate rallado muy fino (a cuchillos) y la dejé descansando bien tapada.
Cuando las cebollas estuvieron doradas, eché los frejoles a la olla, puse agua suficiente para taparlos y esperé que hirvieran para sacarles la espuma
Roto el hervor y limpios de espuma, los dejé cocinar en paz
Cuando estuvieron listos, varias horas después, incorporé la carne dorada y adobada coroné la olla con el ají y seguí dejándolo hervir tapado a fuego lento
Después de un largo rato ya estaba todo listo, pero bajo de sabor. Sazoné con sal, azúcar, sal de nuevo hasta que el sabor llegara a su punto justo. El color se había convertido para entonces en un brillante café rojizo. Un poquito más de cocción y listo
Serví con arroz blanco y le puse un sombrerito de naranja helada con azúcar y agua de azahar, según la receta marroquí de Leticia.
Los frejoles se habían enriquecido. Habían ascendido a calidad de plato mayor, untuoso, de sabores varios que se revelan poco a poco. La carne, cocida en los frejoles, estaba tierna, que se deshacía. Prudente yo, hice para dos días, por lo menos, de modo que si mañana o pasado no escribo nada, pueden estar seguros que estoy con mis frejoles con chancho. Seguro que van a estar mejores que hoy. Siempre me pasa con la comida de guardar.

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