miércoles, 25 de junio de 2008

Sin pan no como...


Historia del Pan.-
Es curioso conocer como se llegó a crear algo. En el caso del pan fue pura casualidad y el motivo un olvido.
Allá por la época del neolítico, un antepasado nuestro que ya conocía las semillas y los cereales sabía que al triturarlos y mezclarlos con agua, obtenía una papilla. Papilla que un día olvidó de tomar y al volver se había secado, adquiriendo forma de torta. Ésta sería la primera forma del pan.
Fue el alimento básico de la humanidad desde la Prehistoria. Probablemente, los primeros panes estarían hechos con harinas de bellotas o de hayucos. Los arqueólogos han desenterrado fragmentos de pan ácimo en las excavaciones de los poblados cercanos a los lagos suizos. Se sabe que los egipcios elaboraban pan desde hace mucho tiempo y se cree que descubrieron la fermentación por casualidad.

Las primeras noticias que se tienen sobre este manjar se remontan a Babilonia y al antiguo Egipto, de hecho se conocen por lo menos hasta quince palabras para designar distintas variedades de panes y de pastelería en Egipto según las variedades de harina, el grado de cocción o los productos que se le añadían, miel, huevos, leche, manteca, fruta, etc. Según cuenta Herodoto: " En la tierra de los asirios llueve poco, y ese poco es lo que desarrolla la raíz del trigo; sin embargo, gracias a las aguas de los ríos que la riegan, la mies crece y entra en sazón el grano, si bien el propio río no llega a las tierras de labor como en Egipto, sino que el riego se hace a fuerza de brazos y con cigoñales. Pues tanto el país babilónico, como el egipcio, están surcados por canales..."

El pan comido por los Hebreos no llevaba ningún tipo de levadura (Véase también: Pan ácimo o masaj). En Roma, en la República ya había hornos públicos. En la Edad Media empiezan a elaborarse distintos tipos de pan y como consecuencia de ello comienza su comercio; el pan blanco era un privilegio de los ricos y el pan negro era para el resto de la población. Se hacía a mano, en el propio hogar o en hornos públicos. En el siglo XIX empiezan a emplearse algunas máquinas. En el siglo XX la ayuda de máquinas es total: amasadoras, hornos automáticos, transportadoras, enfriadoras, cortadoras y hasta máquinas para envolver. A finales de este siglo se popularizan los panes integrales o negros.

Si existe un alimento olvidado en casi todos los tratados de cocina y en todos los recetarios es el humilde pan y en este post comentaremos sobre algunos panes famosos

El Pan de Toscana.-
Si la Toscana sorprende al viajero por su belleza artística, capaz de provocar un síndrome como el que ataca al visitante en Florencia, o paisajística, con sus paisajes de colinas verdes y ocres tantas veces retratadas en el cine, también es capaz de distinguirse por su gastronomía, que se despega del típico culto a la pasta del resto de Italia.
La Toscana, al noroeste de Italia, es una de las regiones con más alto nivel de desarrollo del país, pero no siempre fue así, y su gastronomía sigue ligada a los productos de la tierra, sobrios, sencillos, pero sabrosos.
La cocina toscana tiene dos almas, una ligada a la tradición campesina y otra ligada a las refinadas cortes señoriales. Ambas se unen en los platos tradicionales, simples y nutritivos, y en el arte del buen beber y de cocinar la carne.
La cocina tradicional toscana está ligada, en general, a la tradición campesina. Los platos típicos son, por tanto, muy nutritivos y sabrosos. Los ingredientes básicos con los panes, las legumbres (judías, farro, garbanzos), y todas las variedades de carne de cerdo y de vacuno, que se consumían en las cortes señoriales.
Tal vez la característica más conocida de la cocina florentina sea que los panes son, en su mayoría, insípidos: Hay quienes consideran que incluso el Sommo Poeta (Dante) tomó nota de esta característica, interpretando literalmente los versos del Paraíso XVII:

“Tu proverai sì come sa di sale
lo pane altrui, e come è duro calle
lo scendere e 'l salir per l'altrui scale..”

En realidad, el pan toscano lleva menos sal, porque suele acompañar alimentos de sabores fuertes, como los embutidos, el jamón salado, el salchichón o la finocchiona (embutido con semillas de hinojo), también llamada sbriciolona. También el chorizo toscano es de sabor muy fuerte. Se come crudo, con pan, o a la brasa, si bien presenta la característica de quedar siempre semicrudo por dentro. Otra de las razones que se argumenta el que no lleve sal es su lejanía al mar y en época de los Cesares el tributo era pagado con sal y este pueblo era muy pobre para adquirirlo y asi pasó de generación en generación la elaboración de este pan que se prepara con levaduras caseras fermentadas igual que se elabora el yogurt.
Panzanella de la Toscana
1 pan toscana fresco
Migajas de pan viejo de pan toscana
3 tazas de lechugas mixtas
2 tomates
5 ramitas de perejil
¼ de cebolla rebanada en medias lunas finas
1 diente de ajo
1 cdita. de orégano seco
1 cdita. de albahaca seca
Sal y pimienta al gusto
Vinagre balsámico al gusto
2 cdas. de aceite de oliva extra virgen

Preparación
El tomate se parte en cuadritos y se espolvorea con sal, se pone en un colador y se deja reposar unos 10 minutos a que suelte sus jugos.
En una ensaladera mezclar las lechugas con el jitomate, cebolla, hojas del perejil, orégano y albahaca. Dejar reposar unos 4 minutos.
Se abre un hueco al pan nuevo y se le quita la miga hasta parecer un recipiente. Después esta miga junto a la vieja se debe añadir a la ensalada que hemos hecho y añadimos el ajo finamente cortado en laminitas, sazonamos con sal, pimienta, vinagre balsámico, aceite de oliva y un chorrito de agua. Revolver y servir dentro del agujero heho en el pan..

Ver también el Pan de Toscana de Paco al día El pan Francés (Baguette)
Una baguette (Del francés baguette cuyo significado es 'varilla') es una variedad de pan que caracteriza por emplear harina refinada de trigo y ser mucho más largo que ancho y por su crujiente corteza. Es ideal para la elaboración de bocadillos.
La baguette es un derivado del pan desarrollado en Viena a mediados del siglo XIX cuando empezaron a funcionar los primeros hornos a vapor, ayudando a que la corteza estuviera crujiente y la miga blanca y agujereada, aspectos que distinguen hoy día a la baguette. Hasta octubre de 1920 se hacían grandes panes, pero una ley que permitía a los panaderos no trabajar antes de las 4 de la mañana, hizo imposible hacer las tradicionales piezas de pan a tiempo para el desayuno de los consumidores. La delgada baguette solucionaba el problema porque se podía preparar y cocer mucho más rápido.
En años recientes, se ha originado un divertido mito acerca de la historia de la baguette, probablemente creado por la imaginación de la industria comercial de Madison Avenue, según algunas fuentes. La historia cuenta que la baguette fue elaborada durante las campañas de Napoleón contra los rusos. Sus soldados debían llevar ropa de más para el frío invierno del este, pero esto dejó un espacio muy reducido para la comida en sus equipajes. Se le dio entonces una forma a la baguette para que pudiera ser guardada en los pantalones de los soldados. El mito fue cada vez menos convincente cuando se supo que los ejércitos de Napoleón viajaron con panaderos, haciendo improbable que cada soldado hubiera tenido que llevar su propio pan. Un vistazo a los uniformes disipará cualquier supicacia sobre que los pantalones pudieran haber tenido espacio para piezas de pan.

Receta de pan francés

Ingredientes :
- 6 rebanadas de pan blanco
- 2 huevos -2cs de mantequilla
Receta :
1- Corta las rebanadas de pan blanco por la mitad
2-En un tazon revuelve el huevo con el aceite de oliva y baña las rebanadas de pan en la preparación.
3- Ve colocando una por una de las rebanadas cubiertas por la preparación del huevo en la cacerola engrasada con mantequilla Deja que se doren bien.

Consejos :Ya servidos acompañalos con queso filadelfia

El pan de muertos.- El pan de muerto, que es para los mexicanos un verdadero placer, remonta su origen a la época prehispánica y ahora es uno de los elementos más importantes en las ofrendas del Día de los Fieles Difuntos.
El 2 de noviembre se celebra en todo México el Día de Muertos, fecha en que sus cementerios y tumbas son visitados por sus dolientes, quienes las adornan con flores de diversos colores y otros con ofrendas con los platillos que le gustaban al finado. Diversos historiadores han coincidido en señalar que las familias de este país han tenido un gusto particular por ese pan y que han mantenido la tradición desde hace varios siglos. También han manifestado que el surgimiento de dicho pan se remonta a la época de los sacrificios humanos y a la llegada de los españoles a la entonces Nueva España (ahora México), en 1519.
En esa época, una princesa era ofrecida a los dioses, su corazón aún latiendo se introducía en una olla con amaranto para morderlo posteriormente en señal de agradecimiento a un dios. Los españoles, al no consentir este tipo de sacrificios, elaboraban un pan de trigo en forma de corazón bañado en azúcar pintada de rojo, simulando la sangre de la doncella y así surgió el pan de muerto.
José Luis Curiel Monteagudo, en su libro "Azucarados Afanes, Dulces y Panes", comenta: "Comer muertos es para el mexicano un verdadero placer, se considera la antropofagia de pan y azúcar. El fenómeno se asimila con respeto e ironía, se desafía a la muerte, se burlan de ella comiéndola".
Otros historiadores han revelado que el nacimiento de ese pan se basa en un rito que hacían los primeros pobladores de Mesoamérica a los muertos que enterraban con sus pertenencias.
En el libro "De Nuestras Tradiciones" se narra la elaboración de un pan compuesto por semillas de amaranto molidas y tostadas, mezclado con la sangre de los sacrificios que se ofrecían en honor a Izcoxauhqui, Cuetzaltzin o Huehuetéotl. También hacían un ídolo de Huitzilopochtli de "alegría", al que después encajaban un pico y a manera de sacrificios, le sacaban el corazón en forma simbólica, pues el pan de amaranto era el corazón de ídolo, agrega. Luego, comenta, se repartían entre el pueblo algunos pedazos del pan para compartir la divinidad. Se cree que de allí surgió el pan de muerto, el cual se fue modificando de diversas maneras, hasta llegar al actual, asevera.
El pan de muerto tiene un significado, el círculo que se encuentra en la parte superior del mismo es el cráneo, las canillas son los huesos y el sabor a azahar es por el recuerdo a los ya fallecidos.
Esos panes son clasificados de la siguiente manera: antropomorfos, que son aquellos que representan la figura humana; zoomorfos, con idea de animales como aves, conejos, perros, peces y mariposas, entre otros. Son característicos de Tepoztlán, Mixquic e Iguala de Telolapan.Asimismo, Fitomorfos, con representaciones de vegetales diversos como árboles, flores y enramadas; y Mitomorfos, cuya forma no se identifica como figura humana, vegetal o animal, sino que representan seres fantásticos.
En las ofrendas del Día de Muertos se colocan objetos como: imagen del difunto recordado, velas y veladoras, flores, hierbas, aroma, comida, itacate, objetos del muerto y papel de china picado o calacas hechas de barro o cartón, entre otros. La celebración de los difuntos se convierte en un banquete mortuorio dominado por alimentos y flores de color amarillo (el color de la muerte para las culturas prehispánicas), como el cempasúchil, los clemoles, las naranjas, las guayabas, los plátanos, la calabaza y el pan característico de la ocasión.
Algunos historiadores han dicho que "este pan de hojaldre, con sus cuatro gotitas o canillas, simboliza los huesos de quien se ha ido. La parte de arriba, su corazón". Para otros, el pan lleva las cuatro canillas en forma de cruz, porque con ellas se designan los cuatro rumbos del nahuolli (el universo). Son a su vez, los cuatro puntos cardinales, definidos por igual número de divinidades: Quetzalcóatl-Camaxtli, Xipetotec, Tláloc-Huitzilopochtli y Tezcatlipoca, expresiones de la concepción del mundo prehispánico.
Receta de Pan de Muertos.-

Ingredientes
2 Tazas de harina de trigo(280 g.)
1 1/4 tazas de azúcar (300 g. aprox.)
1/2 taza de margarina o 125g. de mantequilla
1/3 de taza (100g) de manteca vegetal
3 huevos y 7 yemas de huevo
8 cucharadas soperas de agua tibia, (1/3 de taza)
3 cucharadas soperas de té de azhar (ya preparado)
2 cucharadas de té de anís ( ya preparado)
3 cucharadas soperas de manteca vegetal (para engrasar el pan y la charola)
20g. de levadura en polvo(dos cucharadas soperas aprox.) Búsquelo en tiedas de materias primas
La ralladura de la cáscara de una naranja
1/4 de cucharada cafetera de sal Procedimiento
Paso No. 1
En el recipiente de plástico disuelva la levadura en el agua tibia y agregue la harina necesaria para formar una pasta de aproximadamente 15 cucharadas soperas.
Haga una bola con la pasta y deje fermentar cerca del calor hasta que duplique su tamaño( más o menos entre media hora y una hora y media).
Paso No. 2
Sobre una superficie plana, cierne la harina con la ayuda del colador, apartando una cucharada sopera, Haga una fuente en el centro y poco a poco añada 15 cucharadas de azúcar, la sal, 2 huevos enteros, las 7 yemas, el té de azahar, té de anis, la ralladura de naranja, la manteca y la margarina.
Paso No. 3
Con las manos limpias, amase durante 20 minutos, tomándo la masa de los extremos y llevándola al centro. A esta masa añada la masa fermentada del primer paso y siga amasando (forme una bola alargada y tome unos de sus extremos y azote el otros sobre la tabla como si fuera un martillo; luego junte el extremo que se azotó con el que tenga en la mano y vuelva a azotar. Repita este proceso cuatro veces hasta que se formen burbujas, la masa se sienta como si fuera plástico y se desprenda fácilmente de la mesa).
Paso No. 4
Forme una bola con la masa, úntela con un poco de manteca vegetal y colóquela dentro de la cacerola, luego cubra con un trapo húmedo y deje reposar en un lugar tibio hasta que duplique su volumen (dos horas y media aprox.) expóngala al sol o sobre la estufa apagada.
Paso No. 5
Ya que ha pasado el tiempo, vuelva a amasar ligeramente y aparte 2 tazas de la masa para formar los huesitos y la bola de arriba.
Paso No. 6
Coloque la masa sobre la charola engrasada con manteca vegetal y dele la forma de un óvalo. Durante 30 minutos, déjela reposar al lado de los huesito y la bola.
Paso No. 7
Ya que ha pasado la media hora, bata el huevo restante con el tenedor y con éste pegue la bola y los huesitos; meta al horno precalentado a 200 C por 15 minutos, deje hornear durante 15 minutos a la misma temperatura, después reduzca a 170C y deje en el horno hasta su cocción total (aprox. 10 minutos más).
Paso No.8
Para barnizar mezcle en un pocillo, la cucharada de harina que se reservó en el paso No. 1 junto con una cucharada sopera de aúcar y dos tazas de agua; ponga al fuego para formar un jarabe. Una vez qu este frío, barnice el pan y espolvoree con azúcar.
Ninguno de estos panes son fáciles y menos si no eres mexicano, italiano o francés... pero vale la pena intentar hacer estos panes en cualquier época del año.

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