
La Semana Santa tiene dos partes esenciales: el final de la Cuaresma (Domingo de Ramos, Lunes, Martes y Miércoles Santos) y el Triduo Pascual (Jueves, Viernes y Sábado). Para la Iglesia Católica es el tiempo más importante de la en todo el año.
Durante muchos siglos ha sido tradicional la representación de la Pasión y Resurrección del Señor, comenzando por la procesión de los ramos el domingo y teniendo un punto álgido en la crucifixión del Viernes Santos. Estas dramatizaciones han calado hondamente en el corazón de los católicos durante mucho tiempo, y se han ido complementando con otros actos piadosos como las visitar los siete templos, el Vía Crucis, procesiones con el Nazareno, y horas santas.
En Venezuela, la Semana Santa es una fecha perfecta para realizar turismo religioso. Días en el que los visitantes nacionales y extranjeros aprovechan para disfrutar de los diversos lugares exóticos que ofrece Venezuela rodeados de tradiciones típicas, sano esparcimiento de oración y buen entretenimiento bajo el sol de .la playa, la montaña o la ciudad.

Igualmente se tiene como costumbre la preparación de dulces típicos, caseros, -en su mayoría conservas o frutas en almíbar- que le brindan un sabor especial a la época. Los más populares son: el dulce de lechosa, durazno, higos, hicacos, cabello de angel, las famozas acemas caracheras y las paledonias, por nombrar sólo algunos de ellos.
Semana Santa es, en pocas palabras, una fecha excelente para descubrir los rincones y particularidades que tiene el estado Trujillo, caracterizado principalmente por el turismo religioso y por la calidez de su gente.
Entre los sitios de mayor interés figuran el Monumento a la Virgen de la Paz, el más alto de América Latina; la población de Isnotú, cuna de José Gregorio Hernández; la Catedral de Trujillo construida en el año 1662; Boconó por su clima fresco y tierras fértiles que lo han hecho valerse del nombre: Jardín de Venezuela; La Plazuela, ubicada en Trujillo, con su estilo colonial; las Aguas Termales de Motatán famosas por sus sustancias y minerales curativos; La Puerta donde se consigue una gran variedad de artesanía propia y foránea; el Museo Salvador Valero; el Parque Nacional Guaramacal; otras poblaciones como: La Quebrada, Jajó, La Mesa de Esnujaque y paremos de contar.
Usted podrá descubrir todos estos parajes y mucho más, de lo mejor que le ofrece la geografía Trujillana, para que disfrute de manera diferente esta época que incita a la reflexión y la paz.


* De Morrocoy:
-Ingredientes:
3 kilos de carne de morrocoy.
3 ó 4 kilos de cebolla.
1 kilo de pimentón
500 gramos de ajo
1 kilo de ají.
-Preparación:
Hervir la carne de morrocoy con agua (sal al gusto) en un caldero grande y cocinarla hasta que esté blanda.
Aparte se pican en cuadritos o en juliana, todos los insumos del guiso: cebolla, pimentón, ajo y ají. Se ablandan en agua y cuando ya no tenga líquido, se le agrega el aceite para sofreír. Se adereza con comino, sal y pimienta.
Luego del cocimiento la carne se lava con mucho ahínco. Se desmenuza y se mezcla con el guiso. En otro recipiente se sancocha la vitualla: ñame, mapuey picado en cuadritos medianos, ambas se agregan en el cocido.
Cerca de 45 huevos se baten con sal y pimienta al gusto. La mitad de la mezcla se le agrega al cocido. En ese momento se disminuye el fuego, pues la idea es que se cocine poco a poco, moviendo con firmeza pero con cuidado.
Finalmente se agrega el resto de los huevos batidos y se mantiene el fuego lento. Sobre la tapa del caldero se colocan brasas para que se cocine de manera uniforme. Una vez listo se puede comer con casabe, caraotas y plátano. Esto también va a depender de los gustos de cada familia. ´

